¿Hacia una humanidad sin humanidades? FERNANDO SAVATER
RESUMEN
No es serio afirmar que las ciencias, matemáticas o física,
sean menos humanas que las propias humanidades. Desde luego, ningún gran
pensador de la historia lo hubiera defendido nunca.
La distinción entre ciencias y humanidades es muy moderna, fruto de la ampliación de los campos de estudio, que obligó a la
especialización de los saberes. Después, humanistas y científicos se burlaron mutuamente del
otro campo por sus limitaciones.
Si el humanismo pretende el desarrollo de la capacidad de
análisis, el pensamiento lógico, etc., no parece que las ciencias aporten menos que las letras.
COMENTARIO
LINGÜÍSTICO Y ESTILÍSTICO DEL TEXTO PROPUESTO
A) El
tema del texto es la equivalencia de ciencias y letras como ramas del conocimiento
humano.
B) Estamos
ante un texto argumentativo, de tipo ensayístico, en el que la tesis de su
autor, repetida tanto al principio como al final del texto, es que no es
posible diferenciar ciencias y letras. Como texto argumentativo vamos a señalar
tres rasgos característicos: la organización textual propia de la
argumentación, la subjetividad y la abstracción en los contenidos.
En la organización textual observamos
cómo la tesis que se defiende aparece tanto al principio como al final del
texto: “”nadie sostiene en serio que estudiar matemáticas o física…” (lín.1-4)
y “no conozco ningún argumento serio…” (lín. 20-22), que se ofrece a modo de
conclusión. Se trata de una típica
estructura de tesis-argumentos-conclusión.
Los argumentos utilizados son tres: el argumento de autoridad del primer párrafo (Nicolás de Cusa,
Descartes, Voltaire o Goethe), la oposición
entre ciencias y letras en el segundo y la opinión generalizada en el
tercero, que lleva al autor a sacar la conclusión final: ciencias y letras son
equivalentes en el pensamiento humano
Destaca el uso de marcadores
textuales relacionados con el punto de vista: “Según se dice…” y la actitud
del hablante: “Lo cierto es que…”, “Francamente…”, propias de una subjetividad
presente en todo el texto.
En el plano léxico semántico,
destaca el vocabulario culto: “sostiene”,
“humanistas”, “cultura literaria”, que tiende
a ser valorativo, lo que refuerza la opinión del autor: “semejante dislate”,
“pedantuelo letraherido”, con clara intención
irónica, o “periódico poco exigente”. Al mismo tiempo, y por el tipo de
contenido tratado, son frecuentes los
sustantivos abstractos: “humanidades”, “cultura”, “especialización”. Hay adjetivos tanto valorativos: “altas
realizaciones”, como objetivos: “novedad
contemporánea”.
En el plano morfosintáctico, destaca
el uso del presente atemporal, pues
estamos ante un texto de razonamiento abstracto: “Son”, “supongo”, “digamos”,
“se dice”, “respeta”, salvo en la alusión a los grandes pensadores,
necesariamente en pasado “se hubieran quedado pasmados”, así como una sintaxis
compleja y variada.
Su tendencia a la subjetividad también se muestra en rasgos estilísticos, como algunas figuras retóricas que aparecen
en el texto: preguntas retóricas “¿qué
son las humanidades?”, y especialmente, metáforas:
“vaciedades”, “hemiplejia”, ambas, también, con clara intención irónica.
C) Como conclusión observamos características de la abstracción y la subjetividad, propias de la argumentación ensayística.
Todo esto justifica que hablemos de un texto humanístico de tipo ensayístico.